Con el Par-Bío-Magnético, podemos conseguir regular los meridianos de energía de nuestro cuerpo (lo que los chinos o indios llaman Chi, Ki o Prana), así como nivelar los niveles de PH (potencial de hidrógeno) en sangre, en donde los microorganismos patógenos en general no pueden reproducirse o vivir, sólo los NO dañinos y que son necesarios y beneficiosos lo harán.
Dejando un entorno microbiológico óptimo para nuestro organismo (la teoría del terreno de Antoine Bechamp), y por ende la de nuestra salud. Esta técnica es útil para regular nuestro organismo y tener bajo control a los virus, bacterias, hongos y parásitos.
El uso de campos magnéticos también es altamente efectivo para regular estados emocionales o psíquicos desarmonizados, ya que es muy parecido al efecto que produce la acupuntura, pero con la ventaja de que no es necesario el uso de agujas. En este caso a través de los meridianos principales de los que habla la medicina china que van a través de la columna vertebral o Chakras, que son vórtices que cruzan varios de nuestros cuerpos energéticos. Además, el tiempo de cada sesión se reduce de una manera muy importante. Una técnica amigable, efectiva y carente de cualquier efecto que pueda perjudicarnos si se conoce bien su uso.
A todo lo anterior le sumaremos el uso del Reiki (sanación energética a través de las manos), lo cual potenciará los resultados de las técnicas anteriores. El operador se comporta como un canal de la energía del éter, la cual es transmitida al consultante. En definitiva se trata de recuperar nuestra salud empleando la combinación de distintas técnicas humanistas, las cuales conseguirán reequilibrar nuestro organismo físico, energético, emocional y mental.
En todas las consultas se valorará de forma personalizada el caso de cada consultante, y así determinar qué tipo de técnica a emplear, ya que aunque todas las técnicas son efectivas, es posible que para algunos casos, unas sean más adecuadas que otras, por lo que en este sentido se le indicará a cada consultante de manera detallada y personal.
Y recuerda, los SERES HUMANOS somos autoreparables (Josep Pamies).
NAMASTÉ